Katyn

Título original: Katyn.
Dirección: Andrzej Wajda.
País: Polonia.
Año: 2007.

Duración: 118 min.
Género: Drama.
Interpretación: Maja Ostaszewska (Anna), Artur Zmijewski (Andrzej), Andrzej Chyra (Jerzy), Jan Englert (general), Danuta Stenka, Pawel Malaszynski, Magdalena Cielecka, Joachim Paul Assböck, Stanislawa Celinska, Sergei Garmash, Wiktoria Gasiewska (Nika).
Guión: Andrzej Wajda, Andrzej Mularczyk, Wladyslaw Pasikowski, Przemylaw Nowakowski; basado en un argumento de Andrzej Mularczyk.
Producción: Michal Kwiecinski.
Música: Krzystof Penderecki.
Fotografía: Pawel Edelman.
Montaje: Milenia Fiedler y Rafal Listopad.
Diseño de producción: Kamil Przelecki.
Decorados: Wieslawa Chojkowska.
Vestuario: Magdalena Biedrzycka.


Sinopsis
Film histórico en el que se recuerda la masacre de 22.000 oficiales polacos -uno de ellos el propio padre del director Wajda- a manos del Ejército Rojo soviético en 1940, mientras la URSS invadía Polonia por el Este, al tiempo que los alemanes lo hacían por el Oeste. En Katyn -nombre del bosque cercano a Kiev (Ucrania) donde por orden de Stalin fueron asesinados los militares polacos- se narran los últimos días de estos oficiales y de sus familias, la angustia ante el destino incierto y la tragedia de un crimen que Rusia sólo reconoció, en 1990, tras la caída del comunismo.


Crítica
Es indiscutible que Polonia es uno de los puntos clave entre los acontecimientos acaecidos durante la Segunda Guerra Mundial. Fue el punto de inicio de la misma, al ser invadida al mismo tiempo por la Alemania nazi y por la Unión Soviética. Es un elemento que podría dar mucho juego reflejar la sensación de acorralamiento que tuvo que producirse en la población polaca al verse asediada por las dos potencias europeas más importantes por aquel entonces, algo que se utiliza en una de las secuencias más interesantes del film, al principio del mismo. También es curioso que estas dos potencias posteriormente se enfrentaran y finalmente la Unión Soviética, el país que inició el mayor conflicto armado del siglo XX de la mano de Alemania, fuera la gran responsable de la caída final del Tercer Reich. Esto último también se ve reflejado por el contexto histórico de la película, donde vemos cómo tras la Segunda Guerra Mundial Polonia se ha convertido en un Estado Satélite de la URSS, aunque quizás el principal problema del film es que se centra casi exclusivamente en el hecho del asesinato de los oficiales polacos, sin dejar lugar para mucho más.

Por otro lado, es un hecho merecedor de ser reflejado en cine, y es comprensible de que la sociedad polaca y especialmente quienes estuvieron más afectados por esto (como el director Andrej Wajda, hijo de uno de los oficiales) quieran de alguna manera contar esta historia al mundo y que quede para la posteridad reflejado en el film. Y es que pasaron 60 años hasta que Rusia reconoció la autoría de estos asesinatos, que eran un tema tabú durante la existencia del bloque del Este.

La película tiene un tono sobrio, y por lo general no se vale de efectismos a la hora de contar la historia. Aunque al final de la película esta "regla" se rompe, y aunque se consiguen escenas con mucha fuerza dejan al espectador con la duda sobre si era necesario ser tan explícito y simplemente no es un recurso fácil para impactar al espectador a la conclusión del film.

La ambientación es uno de los aspectos más logrados de la película, no así como las interpretaciones, donde no hay demasiado que se pueda destacar.

En conclusión, es una película que cuenta un hecho histórico importante, pero que se centra demasiado en ello y en la que se hecha en falta algo más de historia. Pese a ello, el visionado de esta película nominada al Oscar a la mejor película de habla no inglesa es interesante.


Puntuación: 6

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