Sicko

Título original: Sicko.

Dirección y guión: Michael Moore.
País: USA.
Año: 2007.
Duración: 113 min.
Género: Documental.
Producción: Michael Moore y Meghan O'Hara.
Música: Erin O'Hara.
Fotografía: Christoph Vitt.
Montaje: Dan Swietlik, Geoffrey Richman y Christopher Seward.

Sinopsis
Michael Moore vuelve a la carga con un documental que denuncia el sistema sanitario norteamericano; un sistema que, al no existir la sanidad universal, excluye a 50 millones de norteamericanos (que, o bien no tienen seguro de salud privado, o no pueden pagárselo) y que se basa en compañías privadas que buscan principalmente beneficios económicos y en aseguradoras que pagan bonos a los empleados que más rentabilidad les proporcionan al denegar prestaciones y reclamaciones a los asegurados.


Crítica
Que Michael Moore es un tío valiente es algo innegable, y quien haya visto algún documental suyo o algún libro escrito por él sabe que es así, porque criticar a un país como EE.UU. (con todo lo que esto conlleva) no lo hace cualquiera. Y no lo hace precisamente porque lo odie sino todo lo contrario (el por qué lo quiere cuando él mismo sabe que hay más cosas malas que buenas no lo sé).

“Sicko” es algo diferente de sus anteriores documentales, ya que Moore tiene menos protagonismo al no aparecer tanto… Se centra más en las historias de las personas que muestra en el documental. Lo que no es diferente es la habilidad narrativa que le imprime al documental, con lo que consigue analizar el asunto de la sanidad en EE.UU. de manera muy completa, aprovechando para dar unas pinceladas sobre otros temas (que los encaja perfectamente aunque en un principio no tuvieran demasiado que ver con el problema de la sanidad) y haciendo que el verlo sea sumamente interesante.

Es mejor no desvelar las cosas que cuenta y las sorpresas que depara este documental (sobre todo en su parte final), para no hacer la experiencia de visionarlo menos satisfactoria a quien aún no lo haya hecho.

Una vez de nuevo hay que dar las gracias a Michael Moore, por intentar abrir los ojos de la gente con verdades como puños y por ser un gran director de documentales.


Puntuación: 8

The International: Dinero en la Sombra

Título original: The International.
Dirección: Tom Tykwer.
País: USA.
Año: 2009.
Duración: 118.
Género: Thriller.
Interpretación: Clive Owen (Louis Salinger), Naomi Watts (Eleanor Whitman), Armin Mueller-Stahl (Jonas Skarssen), Brian F. O'Byrne (el consultor), Michel Voletti (Viktor Haas), Patrick Baladi (Martin White), Jay Villiers (Francis Ehames), Fabrice Scott (Nicolai Yeshinski), Haluk Bilginer (Ahmet Sunay).
Guión: Eric Warren Singer.
Producción: Lloyd Phillips, Richard Suckle y Charles Roven.
Música: Tom Tykwer, Johnny Klimek y Reinhold Heil.
Fotografía: Frank Griebe.
Montaje: Mathilde Bonnefoy.
Dirección artística: Uli Hanisch.
Decorados: Simon-Julien Boucherie.
Vestuario: Ngila Dickson.

Sinopsis
El agente de la Interpol Louis Salinger (Clive Owen) y la Fiscal de Distrito de Manhattan Eleanor Whitman (Naomi Watts) se proponen llevar ante la justicia a uno de los más importantes bancos del mundo. Destapando una miríada de actividades ilegales, Salinger y Whitman siguen el rastro de operaciones financieras que se llevan a cabo desde Berlín a Milán, desde Nueva York a Estambul, en una persecución de alto riesgo a nivel internacional. Debido a su implacable tenacidad, ambos ponen en peligro sus propias vidas, ya que sus objetivos no se detendrán ante nada, asesinatos incluidos, para continuar financiando el terror y la guerra.


Crítica
Esta película es una de esas que va directa al grano. Desde la primera escena ya estamos inmersos en la trama de conspiraciones y misterio del film. Esto es un arma de doble filo, porque al igual que puede servir para enganchar desde un primer momento, tiene la desventaja de que casi no nos da tiempo de entrar en la historia, y hay veces donde se echa de menos un poco una introducción de la historia y la presentación de los personajes.

En este caso, tampoco es que haga falta esta introducción ya comentada, porque la historia del film se basa única y exclusívamente en la trama de los bancos y sus operaciones. Se puede echar de menos algo más de condimento para la historia, pero de todos modos ésta es interesante, ya que está construída basándose en la situación político-económica actual, donde los bancos y las compañías que controlan el capital, son quienes lo manejan todo, y donde los conflictos armados están a la orden del día.

El film, por lo general, entretiene, pero es un tanto irregular, especialmente en su parte final, donde se desinfla un poco. Se echa en falta algo más de emoción y, sobre todo, climax final. La película también tiene su toque de acción, con un tiroteo bastante bueno, que es de lo mejor de la película.

En cuanto al reparto, el verdadero protagonista es Clive Owen, del que ya no sorprende verle con la misma cara de siempre. Naomi Watts es más bien una actriz secundaria y lo hace bien, pese a que la película tampoco da para que muestre demasiado de lo que es capaz de dar como intérprete.

Un film que se queda en correcto, pero el aspecto en torno al que gira su trama hace que sea interesante su visionado.


Puntuación: 6

Ponyo en el Acantilado

Título original: Gake no ue no Ponyo (Ponyo on the Cliff by the Sea).

Dirección y guión: Hayao Miyazaki.
País: Japón.
Año: 2008.
Duración: 100 min.
Género: Animación.
Producción: Toshio Suzuki.
Música: Joe Hisaishi.
Fotografía: Atsushi Okui.
Montaje: Takeshi Seyama.
Dirección artística: Noboru Yoshida.

Sinopsis
En una de sus excursiones al acantilado que hay junto a su casa, Sosuke se encuentra con un pez de colores atrapado en un frasco. Tras liberarlo, decide adoptarlo como mascota y bautizarlo con el nombre de Ponyo. Sin embargo, Ponyo no es un pez cualquiera; en lo más profundo de su ser radica el deseo de convertirse en humano.


Crítica
Podemos llamar a "Ponyo en el Acantilado", una película menor de Miyazaki, aunque no es que le haya salido mal, sino que parece las miras de este veterano del cine de animación nipón no estaban puestas tan altas como en otras ocasiones.

Esta película está dirigida mayoritariamente a un público infantil. La historia es simple, y gira en torno a los sueños y la fantasía infantil, y, además, en esta ocasión digamos que la película es bonita en todo momento, y no tiene momentos sombríos o inquietantes... Es una película, por decirlo de algún modo, ligera y despreocupada.

No obstante, no olvidemos que viene de la mano de Hayao Miyazaki, lo que es sinónimo de buen hacer y calidad. La animación es cien por cien tradicional, algo loable, y pese a ello se consigue deslumbrar al espectador en muchos momentos gracias al aspecto visual... Y es que el sello de este director está presente en el film y, por tanto, no se escatima en fantasía...

Así que, aunque sea una película con menos fondo que otras del director y esté más dirigida a los niños que otra cosa, no deja de ser un film interesante y del que se puede disfrutar...


Puntuación: 6

La Sombra del Poder

Título original: State of Play.
Dirección: Kevin Macdonald.
Países: USA y Reino Unido.
Año: 2009.
Duración: 132 min.
Género: Thriller político.
Interpretación: Russell Crowe (Cal McAffrey), Ben Affleck (Stephen Collins), Rachel McAdams (Della), Helen Mirren (Cameron), Viola Davis (Dra. Joy Jackson), Jason Bateman (Dominic Foy), Robin Wright Penn (Anne Collins), Jeff Daniels (George Fergus).
Guión: Matthew Michael Carnahan, Tony Gilroy y Billy Ray; basado en la miniserie de la BBC creada por Paul Abbott.
Producción: Andrew Hauptman, Tim Bevan y Eric Fellner.
Música: Alex Heffes.
Fotografía: Rodrigo Prieto.
Montaje: Justine Wright.
Diseño de producción: Mark Friedberg.
Decorados: Cheryl Carasik.
Vestuario: Jacqueline West.

Sinopsis
El apuesto e imperturbable congresista Stephen Collins (Ben Affleck) representa el futuro de su partido: debido a su honradez, ha sido elegido presidente del comité que supervisa los gastos de Defensa. Todos esperan que esta estrella en auge represente a su partido en la próxima carrera hacia la presidencia. Hasta que alguien asesina brutalmente a su ayudante/amante y los secretos se escapan de su escondite. McCaffrey tiene la dudosa fortuna de ser un viejo amigo de Collins y de que su jefa (Helen Mirren) sea totalmente despiadada y le mande a investigar el caso. Mientras sigue la pista del asesino con la ayuda de su compañera Della (Rachel McAdams), descubre una tapadera que amenaza con hacer temblar las estructuras del poder de la nación. En una ciudad de relaciones públicas, asesores y ricos políticos, aprenderá una verdad innegable: cuando miles de millones están en juego, la integridad, el amor y la vida de cualquiera están en peligro.


Crítica
"La Sombra del Poder" es una película periodística que trata sobre intrigas políticas... En este aspecto digamos que recuerda a un clásico como es "Todos los Hombres del Presidente", aunque la película que nos ocupa se rige más por los "esquemas" del thriller, y su trama, de hecho, gira en torno a ciertos asesinatos.

Es curioso ver en estos tiempos de las nuevas tecnologías una película cuyo protagonista es un periodista en el propio sentido de la palabra, uno que trabaja para un periódico, algo que no tiene hoy en día la presencia y la importancia en la sociedad que tenía en otros tiempos donde, todo sea dicho, la temática estaba más presente en el séptimo arte. Aunque hay que mencionar que internet (con sus blogs) también está presente.

La historia del film es interesante, y tiene un buen desarrollo, que hace que no perdamos el interés. Además, la importante compañía en torno a la cual giran las investigaciones da pie a darle unas cuantas vueltas a la cabeza... Porque, en cierto modo y tal y como están las cosas, no sería muy descabellado que algo así sucediera en la realidad. Como pega se puede decir que la historia es bastante densa.

El reparto está lleno de nombres interesantes. El mejor trabajo es, sin duda, el de Russell Crowe. Rachel McAdams, Helenn Mirren le cubren bien las espaldas. Ben Affleck cumple.

Así que como resumen podemos decir que "La Sombra del Poder" es una buena película, y entretenida, hecha con un molde (el del cine periodístico) que ha sido poco usado en los últimos tiempos, y es de agradecer que vuelva y así ver algo distinto.


Puntuación: 7

Déjame Entrar

Título original: Låt den rätte komma in (Let the Right One In).

Dirección: Tomas Alfredson.
País: Suecia.
Año: 2008.
Duración: 114 min.
Género: Drama.
Interpretación: Kåre Hedebrant (Oskar), Lina Leandersson (Eli), Per Ragnar (Håkan), Henrik Dahl (Erik), Karin Bergquist (Yvonne), Peter Carlberg (Lacke), Ika Nord (Virginia), Mikael Rahm (Jocke), Anders T. Peedu (Morgan), Pale Olofsson (Larry).
Guión: John Ajvide Lindqvist.
Producción: John Nordling y Carl Molinder.
Música: Johan Söderqvist.
Fotografía: Hoyte Van Hoytema.
Montaje: Dino Jonsäter y Tomas Alfredson.
Diseño de producción: Eva Norén.
Vestuario: Maria Strid.

Sinopsis
Oskar es un chico de 12 años que sufre continuamente el acoso de sus compañeros de clase más fuertes. Su deseo de tener un amigo parece hacerse realidad cuando conoce a Eli, una niña de su misma edad que acaba de mudarse a la casa de al lado. Pero Eli es una niña misteriosa: es muy seria, está muy pálida, sólo sale por las noches y aparentemente no le afectan las temperaturas heladas. Una serie de desapariciones y asesinatos inexplicables coinciden con la llegada de la chica.


Crítica
Los vampiros son seres fantásticos como ya sabemos, pero en "Déjame Entrar" a pesar de ello le dan a esta película un enfoque realista, y nos hace ver cómo sería la vida cotidiana de los vampiros hoy en día... Concretamente en Suecia, en un interesante y frío marco de paisajes nevados. Se nos narran las dificultades por las que pasan los vampiros por ser diferentes, tener que ocultar lo que son mientras buscan la sangre que necesitan para vivir, y la soledad que conlleva todo ello... Pero las necesidades afectivas no les son ajenas, y en torno a este aspecto gira principalmente el film. Resulta muy creíble el desarrollo de la relación entre los dos adolescentes incipientes, que se encuentran solos por diferentes motivos.

Frío es el escenario de la película y frío es el tono con el que se cuenta la historia. La acción transcurre sin prisa, pero también sin pausa, y no se paran a explicarnos mucho las cosas mediante diálogos, sino que se deja que transcurran con naturalidad y que nosotros las vayamos observando. Esto le da a la película un aire auténtico y muy real, teniendo en cuenta el importante factor fantástico de la temática...

La pareja protagonista, especialmente el chico (un poco sosete), no es que hagan gran cosa. El plano de las interpretaciones es posiblemente lo más flojo el film.

En definitiva, una película que aporta una nueva perspectiva a la temática vampiresca. Sangre nueva (y nunca mejor dicho), pero hay que tener en cuenta que no estamos ante un film de terror, sino más bien ante un (diferente) drama romántico.


Puntuación: 7

Man On Wire

Título original: Man On Wire.
Dirección y guión: James Marsh.
Países: Reino Unido y USA.
Año: 2008.
Duración: 90 min.
Género: Documental.
Intervenciones: Philippe Petit, Jean-Louis Blondeau, Annie Allix, Jim Moore, Mark Lewis, Jean-François Heckel, Barry Greenhouse, David Foreman, Alan Welner.
Producción: Simon Chinn.
Música: Michael Nyman.
Fotografía: Igor Martinovic.
Montaje: Jinx Godfrey.
Diseño de producción: Sharon Lomofsky.

Sinopsis
Estamos en el 7 de Agosto de 1974. Un joven francés llamado Philippe Petit camina sobre un cable colocado ilegalmente entre las Torres Gemelas. El calificado como “Crimen Artístico del Siglo” se estaba produciendo… tras una hora de suspense, Petit cruzó de un edificio a otro, siendo arrestado al concluir su espectacular actuación. En "Man on Wire" se analiza la locura que este acróbata hizo, cómo lo preparó todo y qué consecuencias tuvo su increíble actuación.


Crítica
Caminar sobre un cable tendido entre las torres gemelas, los edificios que eran los más altos del mundo, con más de 415 metros de altura... Se dice pronto. Algo ilegal, casi imposible de realizar, y que en el intento un error de medio milímetro puede ser el fin... Pero un joven francés aficionado al funambulismo, al encontrar casualmente en un periódico que se estaban construyendo esas dos inmensas torres en Nueva York, una línea que unía los techos de dichos edificios se proyectó en su mente, y caminar sobre ella se convirtió en su sueño...

Sin duda, estamos ante una historia interesante, ya que el pintoresco sueño de Philippe Petit era, a todas luces una locura, algo imposible de realizar. Había mil y una dificultades que este joven francés consiguiera caminar por un cable entre las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York... Un cable que tendría que tender, con la consecuente dificultad que eso conlleva, sobre todo porque no era algo permitido, los edificios estaban vigilados y ellos (Petit y los compañeros que le ayudaron en la hazaña) se supone que ni siquiera debían estar dentro. Así que es sorprende la fuerza de voluntad (y también un punto de locura) que tuvo este joven, que hizo que lograra realizar ese sueño imposible...

Así pues, esta historia es toda una aventura, y resulta por ello muy entretenida la narración de todas las dificultades que surgieron y cómo se intentaron superar. Además, la película tiene un ritmo bastante dinámico, utilizando para contar la historia imágenes de archivo, recreaciones dramáticas y declaraciones de Petit y los que vivieron junto él aquel momento mágico y su difícil preparación.

"Man On Wire" es un documental sobre un soñador, una película sobre perseguir los sueños, no atenerse a las reglas y vivir la vida como un desafío...


Puntuación: 7

Señales del Futuro

Título original: Knowning.

Dirección: Alex Proyas.
País: USA.
Año: 2009.
Duración: 121 min.
Género: Thriller.
Reparto: Nicolas Cage (John Koestler), Rose Byrne (Diana Wayland), Chandler Canterbury (Caleb Koestler), Lara Robinson (Lucinda Embry/Abby Wayland), Ben Mendelsohn (Phil Beckman), D.G Maloney, Nadia Townsend (Grace Koestler), Adrienne Pickering (Allison), Danielle Carter (Miss Taylor 1959).
Guión: Ryne Pearson, Richard Kelly, Juliet Snowden, Stiles White, Stuart Hazeldine y Alex Proyas.
Producción: Todd Black, Jason Blumenthal y Steve Tisch.
Música: Marco Beltrami.
Fotografía: Simon Duggan.
Montaje: Richard Learoyd.
Diseño de producción: Steven Jones-Evans.
Vestuario: Terry Ryan.

Sinopsis
Año 1959: durante la inauguración de un nuevo colegio, los estudiantes guardan en una cápsula del tiempo varios objetos. Lucinda, una de las niñas, guarda un papel en el que ha escrito extraños números.
Cincuenta años después, la cápsula del tiempo es desenterrada y Caleb (Chandler Canterbury), el hijo de John Koestler (Nicolas Cage), un profesor de astronomía viudo, recibe la misteriosa nota de Lucinda. John descubrirá enseguida que esos números esconden predicciones escalofriantes, algunas de las cuales ya han sucedido mientras que otras aún no. Poco a poco, empezará a darse cuenta de que el descubrimiento no es casual y que él y su familia juegan un papel fundamental en los importantes acontecimientos que están a punto de producirse...


Crítica
La historia de la película es interesante, ya que trata de que, por casualidad (o quizás no), un extraño papel lleno de números escrito hace cincuenta años llega a un hombre normal, que descubre que se trata de predicciones de catástrofes... Y las tratará de evitar, pero... ¿qué puede hacer un hombre normal? (que no sea Will Smith), y ahí está lo interesante de este film. La historia no decae en ningún momento, ayudando a que la película no pierda el interés, aunque el desenlace no está al nivel de lo contado hasta el momento...

En cuanto al trabajo de Alex Proyas, es posiblemente lo mejor de la película, ya que consigue una película con un ritmo muy bueno, incluso trepidante como tiene que serlo, y es una película muy intensa y se llega a pasar mal. Las escenas de los accidentes son muy impactantes, y están rodadas de una manera impresionante (sin tampoco hacer muchas virguerías).

Nicolas Cage parece que por fin, tras un par de años no muy destacables, se ha "reencontrado a sí mismo" participando en una película que está a su nivel... Porque Cage es un buen actor. El resto del reparto cumple, pero no es que tenga un papel demasiado importante, excepto un poco Chandler Canterbury, que interpreta al hijo.

Por tanto, "Señales del Futuro" es un muy buen film que nos hará "disfrutar" pasando un par de horas bastante intranquilas.


Puntuación: 7

Control

Título original: Control.

Dirección: Anton Corbijn.
País: Reino Unido.
Año: 2007.
Duración: 122 min.
Género: Drama, musical.
Interpretación: Sam Riley (Ian Curtis), Samantha Morton (Deborah Curtis), Alexandra Maria Lara (Annik Honoré), Joe Anderson (Peter Hook), James Anthony Pearson (Bernard Sumner), Toby Kebbell (Rob Gretton), Craig Parkinson (Tony Wilson), Harry Treadaway (Stephen Morris), Richard Bremmer (Kevin).
Guión: Matt Greenhalgh; basado en la novela autobiográfica "Touching from a distance", de Deborah Curtis.
Producción: Orian Williams, Anton Corbijn y Todd Eckert.
Música: Joy Division y New Order.
Fotografía: Martin Ruhe.
Montaje: Andrew Hulme.
Diseño de producción: Chris Roope.
Vestuario: Julian Day.

Sinopsis
Control es la biografía de Ian Curtis, vocalista de Joy Division desde 1973, cuando aún era un adolescente que estaba en el colegio, hasta la víspera del arranque del primer tour americano del grupo en 1980. Durante estos años, asistimos a la evolución de Curtis, que parte de su admiración adolescente de David Bowie, a un punk inspirado en la obra de los Sex Pistols, hasta llegar a convertirse en una estrella dentro del rock New Wave, movimiento musical derivado del punk rock, surgido a finales de los 70 en Inglaterra.
La película, basada en la biografía de su ex-mujer Touching From A Distance, hace un repaso por todos los acontecimientos que marcaron la vida de Ian: epilepsia, fracaso matrimonial, su amante, su grupo.
Corbijn utiliza estos hechos en un intento por explicar que fue lo que le llevó a ahorcarse, con tan sólo 23 años.


Crítica
Por un lado, “Control” tiene los tópicos de los biopics sobre artistas: el protagonista es un tipo con mucho talento pero con algún problema y no es feliz en su vida… En este caso es epiléptico, la relación con su mujer es confusa y tiene una amante.

Aunque también es diferente del grueso de este tipo de películas, por la manera en que está rodada. Es una película sombría y oscura, ya que refleja la vida de una “alma atormentada”, por lo que atrapa y angustia al espectador. Está rodada de manera austera pero a la vez elegante, gracias al blanco y negro.

Los aficionados al grupo Joy Division tendrán un aliciente más para ver la película, ya que en ella suenan bastantes temas de la banda inglesa.

Sam Ridley, como suele ser habitual cuando se interpreta a un personaje real, realiza una gran labor de interpretación/mimetismo, logrando captar las expresiones de Ian Curtis y su, un tanto ridícula, forma de moverse sobre el escenario.

Por tanto, este film es bastante bueno… Pero, eso sí, no esperes pasar un buen rato viéndolo.


Puntuación: 7

La Duquesa

Título original: The Duchess.
Dirección: Saul Dibb.
Países: Reino Unido, USA, Francia e Italia.
Año: 2008.
Duración: 110.
Género: Drama.
Interpretación: Keira Knightley (Georgiana), Ralph Fiennes (duque de Devonshire), Charlotte Rampling (lady Spencer), Dominic Cooper (Earl Grey), Hayley Atwell (lady Foster), Simon McBurney (Fox).
Guión: Jeffrey Hatcher, Anders Thomas Jensen y Saul Dibb; basado en el libro "Georgiana: Duchess of Devonshire" de Amanda Foreman.
Producción: Gabrielle Tana y Michael Kuhn.
Música: Rachel Portman.
Fotografía: Gyula Pados.
Montaje: Masahiro Hirakubo.
Diseño de producción: Michael Carlin.
Decorados: Rebecca Alleway.
Vestuario: Michael O'Connor.

Sinopsis
Hermosa, glamurosa y adorada por el pueblo. Georgiana (Keira Knightley) fue la mujer más fascinante de su época, el siglo XVIII. Pero mientras que su belleza y su carisma le forjó un nombre en la historia, el amor siempre se le escapó. Casada muy joven con uno de los hombres más ricos de Inglaterra, el Duque de Devonshire (Ralph Fiennes), fue confidente íntima de ministros y la Casa Real, llegando a ser un icono de la moda, madre adorada e influyente política para el partido liberal. Sin embargo, en el núcleo de su historia está la búsqueda desesperada de afecto y amor. Desde el apasionado pero fatídico romance con Earl Grey (Dominic Cooper) hasta el complicado triángulo amoroso con su marido y su mejor amiga Lady Bless Foster (Hayley Atwell).


Crítica
La historia de "La Duquesa" parece, en principio, no tener nada nuevo respecto a la historia de época sobre una joven que se casa con un hombre importante pero que no encuentra la felicidad junto a él, algo que está ya algo visto. Pero luego, podemos ver que en esta historia se refleja la situación de los hombres y las mujeres de aquella epoca, socio-políticamente hablando, de cómo los hombres eran los que decidían y las mujeres no tenían ni voz ni voto prácticamente, tanto en política como, lo que es más importante en este caso, en casa. Y, a parte de esto, la historia resulta ser más de lo que se dejaba entrever en un principio, llegando a resultar interesante.

La dirección de Saul Dibb no está nada mal, aunque se nota que tira un poco de manual, y resulta una película un tanto "impersonal", pero tampoco es que sea un gran problema ya que tiene un buen ritmo, apropiado para un film de época, y formalmente es bastante buena. El aspecto técnico, principalmente el vestuario y la dirección artística, está muy cuidado.

Keira Knighley, desde que protagonizó "Orgullo y Prejuicio", parece que es una de las favorita de los brtánicos a la hora de elegir a una actriz joven para protagonizar una película de época, a pesar de ser estadounidense. Y parece ser que han tenido buen ojo en este caso, ya que, aunque en "Orgullo y Prejuicio" no es que hiciera nada destacable (aunque consiguió una nominación al Oscar), en "La Duquesa" consigue una de sus mejores interpretaciones, y su mejor trabajo hasta la fecha es el que realizó en "Expiación: Más Allá de la Pasión", aunque esta producción británica no es de época propiamente dicha (se ambienta en los tiempos de la II Guerra Mundial).

Una película bastante interesante, entretenida y bastante cuidada en su producción.


Puntuación: 7

Ben X

Título original: Ben X.
Dirección y guión: Nic Balthazar.
País: Bélgica.
Año: 2007.
Duración: 90 min.
Género: Drama.
Interpretación: Greg Timmermans (Ben), Marijke Pinoy (madre), Laura Verlinden (Scarlite), Pol Goossen (padre), Titus De Voogdt (Bogaert), Maarten Claeyssens (Desmet), Gilles De Schryver (Coppola), Peter De Graef (psiquiatra), An Van Gijsegem (Maaike), Tania Van Der Sanden (Sabine).
Producción: Peter Bouckaert y Erwin Provoost.
Música: Philippe Ravoet.
Fotografía: Praga Khan.
Montaje: Peter Flamman y Wart Wamsteker.
Dirección artística: Heleen Heintjes.
Decorados: Kurt Loyens.
Vestuario: Esther de Goey.

Sinopsis
Ben (Greg Timmermans) carga con la cruz de ser el raro de su clase, el favorito para las bromas y crueldades de los matones del instituto. La inteligencia de Ben es superior a la del resto de sus compañeros, pero también es retraído, exacerbadamente tímido... hasta el punto que parece rayar el autismo. Su vida en el colegio es un infierno pero, cuando llega a casa, al refugio de su habitación, se sienta delante del ordenador y surge el Ben amo y señor del juego online favorito de millones de adolescentes, incluídos los que lo atormentan a diario. Mediante este juego Ben logra mantenerse vivo, dejar de ser una víctima para convertirse en héroe.


Crítica
Esta película es un poco surrealista, ya que nos cuenta la historia desde el punto de vista de Ben, viendo qué es lo que pasa por su mente en todo momento... Y Ben tiene una mente un tanto peculiar, ya que vive en su propio mundo prácticamente al tener cierto grado de autismo. Es curioso este recurso, porque muchas situaciones de la vida real las imagina como en el videojuego al que juega en casa, un juego de rol on-line... Que es el único "sitio" donde puede ser como quiere, y escapar de su vida, donde es humillado frecuentemente por sus compañeros de instituto.

La historia es interesante, y este recurso la hace aún más interesante, ya que nos hace comprender mucho mejor al protagonista, que es una persona muy cerrada. Logramos empatizar muy bien con él, y hay momentos en los que el espectador se puede llegar a sentir frustrado ante la imposibilidad de Ben para "ganar" en el juego de la vida real. Además de que el film está bastante bien dirigido, también tiene mucho que ver en esto Greg Timmermans, el actor debutante que interpreta a Ben, y que lo hace francamente bien.

El final puede resultar "poco creíble", como que no termina de convencer... Pero bueno, todo está basado en una historia real, y la verdad es que tiene bastante sentido.
Así que, para quien tenga la oportunidad de verla, "Ben X" es una película muy recomendable.


Puntuación: 7