Noches de Tormenta

Título original: Nights in Rodanthe.

Dirección: George C. Wolfe.
País: USA.
Año: 2008.
Duración: 97 min.
Género: Drama romántico.
Interpretación: Richard Gere (Paul), Diane Lane (Adrienne), Christopher Meloni (Jack), Viola Davis (Jean), Becky Ann Baker (Dot), Scott Glenn (Robert Torrelson), Linda Molloy (Jill Torrelson), Pablo Schreiber (Charlie Torrelson), Mae Whitman (Amanda), Charlie Tahan (Danny).
Guión: Ann Peacock y John Romano; basado en la novela de Nicholas Sparks.
Producción: Denise Di Novi.
Música: Jeanine Tesori.
Fotografía: Affonso Beato.
Montaje: Brian A. Kates.
Diseño de producción: Patrizia Von Brandenstein.
Dirección artística: William G. Davis.
Vestuario: Victoria Farrell.

Sinopsis
Adrienne Willis (Diane Lane) es una mujer cuya vida está sumergida en caos y que ahora se ha retirado a un pueblecito costero de Rodanthe, en los Outer Banks de Carolina del Norte, para hacerse cargo de la posada de una amiga durante un fin de semana. Aquí, Adrienne, infelizmente casada, espera encontrar la tranquilidad que necesita desesperadamente para reflexionar sobre los conflictos que tiene a su alrededor -un marido infiel que quiere volver a casa y una hija adolescente que cuestiona todas sus decisiones-. Nada más llegar Adrienne a Rodanthe, se pronostica una gran tormenta y llega un huésped llamado Dr. Paul Flanner (Richard Gere). El médico Flanner no está allí para un descanso de fin de semana, sino para enfrentarse a su propia crisis de conciencia. Ahora, a medida que se acerca la tormenta, los dos se consuelan mutuamente y, en un fin de semana mágico, ponen en marcha el romance que no solo les cambiará la vida sino que les marcará para siempre...


Crítica
Esta película cuenta con una historia interesante, en la que dos personas que, debido a ellos mismos o a otras personas, se encuentran perdidos en un mal momento de sus vidas. Pero el que ambos se hayan encontrado en ese preciso momento, sólos en un motel junto al mar, y con previsión de tormenta puede darles una segunda oportunidad y hacer que sus vidas tomen un nuevo rumbo... Pero no es la típica historia, y tiene las señas de identidad de Nicholas Sparks, escritor de la novela en la que se basa el film, identificables por quien conozca su obra o las películas que la han adaptado ("El Diario de Noa", "Un Paseo Para Recordar", "Mensaje en una Botella" y la presente película, hasta la fecha).

El debutante George C. Wolfe lleva a cabo un correcto trabajo tras las cámaras, logrando algunos buenos momentos, aunque también dejando ver en otros que debe todavía mejorar.

A Richard Gere ya lo conocemos y, salvo la reciente excepción que fue "La Gran Estafa", siempre hace prácticamente lo mismo (que es muy poco, por cierto). Diane Lane está muy bien, como era de esperar. Y James Franco, en un pequeñísimo papel, deja buenas sensaciones.

Un buen drama romántico, género que últimamente no se deja ver mucho por los cines, que vale la pena y seguro dejará satisfechos a los amantes del género. Todo puede cambiar en las noches de tormenta...


Puntuación: 6

Transsiberian

Título original: Transsiberian.
Dirección: Brad Anderson.
Países: España, Alemania, Reino Unido y Lituania.
Año: 2008.
Duración: 111 min.
Género: Drama, thriller.
Interpretación: Woody Harrelson (Roy), Emily Mortimer (Jessie), Kate Mara (Abby), Eduardo Noriega (Carlos), Thomas Kretschmann (Myassa), Ben Kingsley (Grinko), Colin Stinton (oficial de la embajada), Mac McDonald (ministro), Etienne Chicot (hombre francés).
Guión: Brad Anderson y Will Conroy.
Producción: Julio Fernández.
Música: Alfonso de Vilallonga.
Fotografía: Xavi Giménez.
Montaje: Jaume Martí.
Diseño de producción: Alain Bainée.
Dirección artística: Algis Garbaciauskas e Iñigo Navarro.
Vestuario: Thomas Oláh.

Sinopsis
Tras una temporada en Pekín, Roy y Jessie, deciden viajar hasta Moscú en el mítico Transiberiano, el ferrocarril que une la Rusia europea con las provincias del lejano Oriente ruso, Mongolia y China. Aunque la gente que viaja en el gigantesco y algo tétrico tren es bastante extraña, la pareja no tarda en entablar relación con sus compañeros de compartimiento, Ian y Abby. Sus caminos se cruzarán con el del inspector Grinko, que investiga el asesinato de un narcotraficante.


Crítica
Tras el asfixiante thriller psicológico "El Maquinista", cabía esperar más de esta "Transsiberian", que finalmente ha resultado ser un thriller resultón y poco más.

La historia no está mal y da lugar a situaciones interesantes. Puede que recuerde en algún aspecto a historias de pelis de Hitchcock, pero la "comparación" que se hace en el poster me parece excesiva y fuera de lugar. No hay nada de terror psicológico en la cinta, es más un thriller al uso, que juega fundamentalmente con lo que ocultan las personas, incluso a personas tan cercanas como la persona con la que comparte su vida.

La principal traba de la película es que tiene un ritmo demasiado tranquilo, con lo que se echa en falta tensión en ciertos momentos donde ésta sería bastante importante. No obstante, el guión tiene suficientes recursos por sí sólo como para que la película no aburra.

El reparto es uno de los aspectos que más llama la atención en el film. Emily Mortimer, desde "Match Point" (película donde pasó un poco desapercibida entre las interpretaciones de Scarlett Johansson y Jonathan Rhys Meyers) acumula películas e interpretaciones bastante interesantes, y en esta ocasión es la mejor del reparto. Woody Harrelson sigue en forma y muy activo, Ben Kingsley esta vez acierta con su elección de papeles (últimamente algo irregular) y Eduardo Noriega poco a poco se va haciendo un actor más "internacional".

Una película entretenida, de la que se podía esperar algo más pero que sirve perfectamente para echar el rato.


Puntuación: 6

El Gurú del Buen Rollo

Título original: The Love Guru.
Dirección: Marco Schnabel.
País: USA.
Año: 2008.
Duración: 87 min.
Género: Comedia.
Interpretación: Mike Myers (Pitka), Jessica Alba (Jane Bullard), Justin Timberlake (Jacques Grande), Romany Malco (Darren Roanoke), Meagan Good (Prudence), Omid Djalili (gurú Satchabigknoba), Ben Kingsley (gurú Tugginmypuddha), Verne Troyer (Cherkov), Deepak Chopra.
Guión: Mike Myers y Graham Gordy.
Producción: Mike Myers y Michael De Luca.
Música: George S. Clinton.
Fotografía: Peter Deming.
Montaje: Lee Haxall, Gregory Perler y Billy Weber.
Diseño de producción: Charles Wood.
Dirección artística: David G. Fremlin.
Vestuario: Karen Patch.

Sinopsis
El gurú Pitka (Mike Myers) era antes un chico norteamericano corriente, hasta que su familia le dejó en la puerta de un templo hindú para que fuera criado por el gurú Tugginmypuddha (Ben Kingsley). Criado en la pequeña aldea pesquera de Harenmahkeester, Pitka fue iniciado en los profundos secretos de las gestas espirituales junto con su amigo y único rival, Deepak Chopra. Pero ahora, Chopra es inmensamente famoso en Estados Unidos, y Pitka sigue de segundón sin ni siquiera una entrevista en horario de máxima audiencia en su currículo. Decidido a compartir su infinito conocimiento sobre la naturaleza de la vida y, por si fuera poco, a hacerse famoso, Pitka atiende la ferviente petición de ayuda de Jane Bullard (Jessica Alba), propietaria del equipo de hockey de Toronto. Al parecer, su mejor jugador, Darren Roanoke (Romany Malco), ha pasado de la noche a la mañana de ser un héroe a no marcar ni un punto porque su mujer, Prudence (Meagan Good), le ha dejado y está saliendo con el legendario portero de los Kings de Los Ángeles, Jacques “Le Coq” Grande (Justin Timberlake). Pitka debe ayudar a la pareja a reencontar su nirvana matrimonial para que Roanoke pueda recuperar su buen juego y el equipo pueda ganar la Copa Stanley.


Crítica
Mike Myers es un cómico que posee la habilidad para hacernos reir, a carcajadas inclusive (como ya hizo en la saga de "Austin Powers"), pero en esta ocasión no lo ha conseguido.

La película recurre constantemente a un humor de "caca, culo, pedo, pis" (literalmente, además), un supuesto humor incorrecto de sal gorda, más facilón de lo normal y que en esta ocasión no hace gracia ninguna (bueno, puede tener un par de puntillos). Además, es un refrito raro, ya que mezcla a un gurú (acompañado de sus elementos de la cultura hindú como no podía ser menos), con un par de historias románticas y el deporte (en este caso, el hockey sobre hielo). No sé si pretendía hacer parodia de algo, como las comedias románticas o las deportivas... Aunque no lo parece con todo esto mezclado, y bansándose las gracias en cosas que poco tienen que ver con ello (como cinturones de castidad, peleas con fregonas empapadas en pis, o elefantes apareándose), y lo que sí tiene son tópicos de cabo a rabo de ambos géneros.

El camaleónico Mike Myers se mete bien en la piel de este peculiar gurú del amor, aunque de poco le sirve. También está irreconocible Justin Timberlake. Y Jessica Alba... guapísima.

Si te gustan este tipo de comedias, se hace soportable aún siendo una mala película, pero si no, no será una experiencia agradable.


Puntuación: 4

Max Payne

Título original: Max Payne.

Dirección: John Moore.
País: USA.
Año: 2008.
Duración: 99 min.
Género: Acción, thriller.
Interpretación: Mark Wahlberg (Max Payne), Mila Kunis (Mona Sax), Beau Bridges (B.B. Hensley), Chris "Ludacris" Bridges (James Bravura), Olga Kurylenko (Nathasha), Amaury Nolasco (Jack Lupino), Chris O'Donnell (Jason Colvin).
Guión: Beau Thorne; basado en el videojuego.
Producción: John Moore, Julie Yorn y Scott Faye.
Música: Marco Beltrami y Bucks Sanders.
Fotografía: Jonathan Sela.
Montaje: Dan Zimmerman.
Diseño de producción: Daniel T. Dorrance.
Dirección artística: Andrew M. Stearm
Vestuario: George L. Little.

Sinopsis
Adaptación del famoso videojuego de Rockstar. Max Payne (Mark Wahlberg) es un policía heterodoxo –un antihéroe mítico– decidido a dar con los responsables de los brutales asesinatos de su familia y de su compañera. Resuelto a vengarse caiga quien caiga, su obsesiva investigación le lleva a embarcarse en una odisea de pesadilla rumbo al tenebroso mundo del hampa. A medida que el misterio va aumentando, Max se ve obligado a combatir con enemigos de más allá del mundo natural y a enfrentarse con una traición inconcebible.


Crítica
Comparando lo que se ha plasmado en la película con lo que hay en el videojuego llegamos a una conclusión: se parecen en lo que un huevo a una castaña. La película toma cierta base del videojuego, y tienen algunos puntos en común, pero el desarrollo de la historia, desde el principio hasta el final pasando por todo lo de en medio, tienen muy poco que ver. Prácticamente las únicas similitudes son los nombres, la muerte de la mujer de Payne y la droga valkiria.

Hay una pregunta que es clave. ¿Por qué tienes que cambiar una historia si es cojonuda? La del videojuego lo es, y lo único que tendrían que haber hecho para tener asegurarse una muy buena película era calcarla escena por escena, palabra por palabra. Pero no, parece ser que eso era mucho pedir, y los cambios en la historia, tanto por las cosas nuevas que han metido (mención especial a la exageración de los efectos de la droga) como por las cosas que han quitado (muchas imprescindibles), estropean la historia dejandola a un nivel impensable viendo la materia prima que tenían entre las manos.

Si además, la película hubiera tenido una realización acorde al nivel de la historia del juego, estariamos hablando de un auténtico peliculón. Mientras uno juega a "Max Payne" está viviendo una película, y no creo que nadie que haya jugado a este estupendo juego no lo haya pensado. Ese juego (y su secuela) rebosaba cine negro por los cuatro costados, y nos hacía experimentar situaciones y sentimientos como nunca antes lo había hecho otro videojuego. En la película el factor cine negro desaparece para dar paso al thriller y a la acción, pero faltandole chica, con una realización que se queda en correcta. Además, las malditas pretensiones económicas han hecho que se haya recortado la película para que tuviera la calificación de no apta para menores de 13 años (en lugar de 18, como inicialmente le otorgaron), sacrificando lo artístico para sacar tajada. Otro aspecto negativo es el pobre montaje, entre otras cosas debido al tiempo bala, punto distintivo del videjuego, está muy mal utilizado el poco tiempo que está presente en el film.

Mark Wahlberg sigue en su línea de poner cara de tipo duro y punto. Del resto del reparto mejor no hablar. Con decir que quien mejor lo hace es la ex-modelo Olga Kurylenko, vista en "Hitman" y próxima chica Bond en "Quantum of Solace", queda todo dicho.

Como película es entretenida, tiene acción y no te aburres, pero la decepción es inevitable viendo el resultado obtenido y sabiendo que esta película podría haber sido grande, muy grande.


Puntuación: 5

El Reino Prohibido

Título original: The Forbidden Kingdom.

Dirección: Rob Minkoff.
País: USA.
Año: 2008.
Duración: 113 min.
Género: Acción, aventuras.
Interpretación: Jet Li (el monje/el Rey Mono), Jackie Chan (Lu Yan), Michael Angarano (Jason), Alexis Bridges (Kam), Morgan Benoit (Lupo), Collin Chou (Jade Warlord), Liu Yifei (Golden Sparrow), Li Bing Bing (Ni Chang).
Guión: John Fusco.
Producción: Casey Silver.
Música: David Buckley.
Fotografía: Peter Pau.
Montaje: Eric Strand.
Diseño de producción: Bill Brzeski.
Dirección artística: Eric Lam.
Vestuario: Shirley Chan.

Sinopsis
Un joven (Michael Angarano), que siente una gran pasión por el cine de Kung Fu, visita regularmente una casa de empeños en Chinatown buscando películas. En una de sus visitas descubre un bastón que ha visto en un sueño recientemente, y más tarde se ve envuelto en un atraco en la misma casa de empeños, tras el cual huye con el bastón. En medio de la huida cae desde una azotea y es milagrosamente transportado a la China medieval donde, con la ayuda del luchador borracho (Jackie Chan), el monje silencioso (Jet Li), y el Gorrion Dorado (Yifei Liu), deberá devolver este bastón al mismo Rey Mono, transformado en una estatua de piedra mucho tiempo atras.


Crítica
La película va dirigida principalmente al público infantil, y era algo que se esperaba, aunque al principio puede engañar un poco en este aspecto, ya que se produce la primera aparición del Rey Mono (que sólo aparece al principio y al final de la cinta), un personaje un tanto (demasiado) payasete. También hay que tener en cuenta el público a quien va dirigido la película a la hora de creerse algunas cosas, como los (poco creíbles, por exagerados) matones que vemos al principio, y por algunas cosas respecto a la participación del chaval protagonista en el propio desarrollo de la aventura. Esto último tampoco es nada nuevo: véanse "Las Crónicas de Narnia", "Eragon" y demás pelis fantásticas de aventuras infantiles.

Luego la historia tampoco es nada del otro mundo: típica historia de aventura con su toque épico, de aprendizaje por parte del protagonista y de romance. Pero bueno, cumple.

En cuanto a la realización, está bien, logrando algunos buenos momentos y aprovechando los bellos paisajes en los que transcurre la película. Las peleas están filmadas bastante bien, y por lo general éstas tienen un buen nivel. Claro está, lo mejor lo vemos de la mano de Jet Li y de Jackie Chan, sobre todo en la pelea en la que ambos se enfrentan. El chico Michael Angarano también hace sus pinitos con las artes marciales, pero muy poca cosa. En las peleas se usan algunos cables, aunque excepto con el Rey Mono, no se abusa de ello y no quedan peleas tan exageradas como las de "Hero", por ejemplo, aunque la película sea fantástica. De hecho, la magia también está presente en ella.

Técnicamente la película está muy bien, sobre todo por su vestuario, tanto por las prendas como por las armas y armaduras de los soldados. El maquillaje también ha estado currado, principalmente por el personaje del Rey Mono.

Una película entretenida, con aventuras y fantasía, recomendable especialmente para los niños, que se podrán iniciar de un modo interesante para ellos en el mundo oriental y de las artes marciales.


Puntuación: 6

Quemar Después de Leer

Título original: Burn After Reading.

Dirección y guión: Joel Coen y Ethan Coen.
País: USA.
Año: 2008. Duración: 96 min.
Género: Comedia.
Interpretación: George Clooney (Harry Pfarrer), Frances McDormand (Linda Litzke), John Malkovich (Osborne Cox), Tilda Swinton (Katie Cox), Brad Pitt (Chad Feldheimer), Richard Jenkins (Ted), Elizabeth Marvel (Sandy Pfarrer), J.K. Simmons (jefe de la CIA).
Guión: Joel Coen y Ethan Coen.
Producción: Joel Coen, Ethan Coen, Tim Bevan, Eric Fellner.
Música: Cartel Burwell.
Fotografía: Emmanuel Lubezki.
Montaje: Joel Coen y Ethan Coen.
Diseño de producción: Jess Gonchor.
Dirección artística: David Swayze.
Vestuario: Mary Zophres.

Sinopsis
El analista Osborne Cox llega al cuartel general de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Arlington, Virginia, para una reunión ultrasecreta. Por desgracia para él, el secreto no tarda en salir a la luz: le han despedido. Cox no encaja muy bien la noticia y regresa a su casa en Georgetown, Washington DC, para entregarse a la redacción de sus memorias y a la bebida. Los acontecimientos se precipitarán en una serie de oscuros e hilarantes encuentros fortuitos cuando esas memorias lleguen accidentalmente a manos de Linda, una empleada de gimnasio con dificultades para concentrarse en su trabajo porque sólo piensa en hacerse la cirugía plástica total, y de Chad, su alocado compañero.


Crítica
Tras el éxito que consiguieron con "No Es País para Viejos", los hermanos Coen vuelven al género que más han utilizado en los últimos años ("Ladykillers" o "Crueldad Intolerable"): la comedia.

Y en una comedia de Ethan y Joel Coen no podía faltar el absurdo, aunque en esta ocasión es posible que haya una variación en este aspecto. La comedia tiene su toque (gran toque) de absurdo, pero es más que nada por las circunstancias que se dan en la película, que dan lugar a que los personajes que vemos se vean haciendo cosas que serían impensables para ellos y que, si lo piensas (tampoco mucho), te das cuenta de lo absurdo de la situación. Es decir, la película es absurda, pero entra más dentro de lo "normal", sin ser una película absurda tirando a disparatada, algo más propio de los Coen hasta ahora y que pudimos ver, por ejemplo, en "O Brother!" y "Arizona Baby". En definitiva, y recalcando lo dicho, el enredo es el que proporciona el factor absurdo en el film.

De todos es sabido que George Clooney es amiguito de los Coen (parece mentira pero Clooney lleva seis años participando sólo en pelis propias o de amigos: los Coen, Steven Soderbergh y compañía), y parece que ha atraído a más amiguitos: Brad Pitt y Tilda Swinton. Además, Frances McDormand vuelve a trabajar con los Coen tras la que, para muchos, es la mejor película de esta pareja de cineastas: "Fargo". El trabajo de todos ellos es muy bueno, aunque posiblemente quien más destaque sea John Malkovich.

"Quemar Después de Leer" es una buena peli, aunque los hermanos Coen no llegan tan lejos con la comedia como con sus película de cine negro... Pero pasas un rato muy entretenido y te echas unas risas.


Puntuación: 6

El Juego del Matrimonio

Título original: Married Life.
Dirección: Ira Sachs.
País: USA.
Año: 2007.
Duración: 90 min.
Género: Drama.
Interpretación: Chris Cooper (Harry Allen), Pierce Brosnan (Richard Langley), Patricia Clarkson (Pat Allen), Rachel McAdams (Kay Nesbitt), Annabel Kershaw (Miss Jones), Sheila Paterson (Sra. Walsh), David Richmond-Peck (Tom), Erin Boyes (Becky), Elijah St. Germain (Little Charlie), Terence Kelly (Dr. Anderson), Timothy Webber (Alvin Walters), David Wenham (John O’Brien).
Guión: Ira Sachs, Oren Moverman (basado en la novela "Five Roundabouts to Heaven" de John Bingham).
Producción: Ira Sachs, Steve Golin, Sidney Kimmel y Jawal Nga.
Música: Dickon Hinchliffe.
Fotografía: Peter Deming.
Montaje: Affonso Gonçalves.
Diseño de producción: Hugo Luczyc-Wyhowski.
Dirección artística: Gwendolin Margetson.
Vestuario: Michael Dennison.

Sinopsis
Tras décadas de feliz matrimonio, Harry decide que debe asesinar a su mujer Pat porque la ama demasiado como para permitir que sufra cuando él la abandone, ya que se ha enamorado de la joven viuda Kay, que a la vez es cortejada por el mejor amigo de Harry, Richard. Mientras Harry prepara sus planes de asesinato, los otros personajes están ocupados con sus propias traiciones. Como Harry, se dejan llevar por sus pasiones, que chocan con su moralidad, bienintencionada pero deshonesta al mismo tiempo.


Crítica
Las infidelidades y demás cosas que las rodean no son un tema, ni mucho menos, nuevo en el cine... Aunque esta película le da un toque distinto e interesante al tema.

El matrimonio, la necesidad de amor, la infidelidad y el daño que ésta hace a otras personas para conseguir la felicidad propia están enfocadas a una reflexión que se dirige hacia dos interesantes temas: el egoismo del amor, que puede estropear cualquier tipo de relación; y la imposibilidad de saber lo que pasa por la mente de la persona que duerme a tu lado cada noche, algo que te puede tener totalmente confundido.

El guión tiene giros bastante buenos, que hacen que la historia tome un cariz muy distinto y que consiguen una historia ágil y dinámica, que nunca da la sensación de estancarse. Tiene también su punto de cine negro, y tal vez también algo de humor negro según se mire.

El vestuario, decorados, fotografía, etc. están cuidados y completan una representación bastante buena de los años 40, en los que está ambientado el film. Visualmente queda muy bonito, pero le falta algo de fuerza a la película, pues hay momentos de la historia que daban para más, y parece que no se ha sabido plasmar la tensión que hay en ciertos momentos y las emociones de otros.

El cuarteto protagonista está compuesto por intérpretes de alto nivel, y todos consiguen una interpretación buena, aunque tenía expectativas más altas respecto a Rachel McAdams. También se hace algo extraño verla con el pelo rubio que luce en esta película.

Una buena película: entretenida, bien ambientada y con una historia interesante... que daba para más.


Puntuación: 6

Death Race: La Carrera de la Muerte

Título original: Death Race.
Dirección: Paul W.S. Anderson.
País: USA.
Año: 2008.
Duración: 105 min.
Género: Acción.
Interpretación: Jason Statham (Jensen Ames), Joan Allen (Hennessey), Tyrese Gibson (Machine Gun Joe), Ian McShane (Coach), Natalie Martinez (Case), Jacob Vargas (Gunner), Fred Koehler (Lists), Robert LaSardo (Grimm), Justin Mader (Travis Colt), Max Ryan (Slovo Pachenko), Jason Clarke (Ulrich).
Guión: Paul W.S. Anderson y J.F. Lawton.
Producción: Jeremy Bolt, Paul W.S. Anderson, Roger Corman y Paula Wagner.
Música: Paul Haslinger.
Fotografía: Scott Kevan.
Montaje: Niven Howie.
Diseño de producción: Paul Austerberry.
Vestuario: Gregory Mah.

Sinopsis
Una penitenciaría atestada de presos inspiró a los carceleros para crear un pasatiempo tan cruel como lucrativo. Presos capaces de todo, un público global hambriento de violencia televisada y un ruedo espectacular se unen en DEATH RACE. El tricampeón de velocidad Jensen Ames (Jason Statham) es todo un experto a la hora de sobrevivir en el desértico paisaje en el que se ha convertido el país. Cree haber cambiado de vida, pero el ex convicto es acusado de un terrible crimen que no ha cometido. La directora de Terminal Island (Joan Allen) le obliga a ponerse la máscara de Frankenstein, un favorito del público al que parece imposible matar, y le da dos opciones: competir o pudrirse en una celda. Con el rostro escondido detrás de la máscara metálica, el preso deberá sobrevivir a los tres días más terribles de su vida, enfrentándose a los peores criminales procedentes de las cárceles más duras del país si quiere salir libre. Al volante de un monstruoso coche armado con ametralladoras, lanzallamas y lanzagranadas, este hombre desesperado será capaz de destruir todo lo que se interponga en su camino para ganar el juego de masas más retorcido de la Tierra.


Crítica
"La Carrera de la Muerte del Año 2000" y este remake tiene pocas cosas en común: una carrera, que se intentan matar unos a otros para ganar, y el personaje de Frankenstein (aunque cambia mucho este tema). Poco queda aquí de aquella película de serie B y su humor negro.

Aquí el humor negro se cambia por algo más acorde a nuestros tiempos (vamos, que vende más): explosiones, tiros y mucha mucha acción (tanto dentro de la carrera como fuera de ella). Es más violenta por esa parte, pero también es cierto que aquí no suma puntos ir atropellando gente.

La historia también se parece a la original lo que un huevo a una castaña, aunque se limita a coger conceptos ya vistos de otras películas y mezclarlos con la carrera. Ya se han visto en otras películas competiciones entre presos, como pueden ser "Salvaje", "Invicto" y su secuela. Pero sin duda una película con la que guarda más similitudes (competición entre presos que es emitida en todo el mundo y el que gane se salva) es "La Isla de los Condenados". Y, bueno, sobre la premisa argumental sobre la mujer del protagonista y el crímen que éste no cometió mejor ni hablemos.

Jason Statham hace muy bien de tipo duro, algo que al parecer consiste en no mover ni un músculo facial. Casi la totalidad del reparto está en la misma línea.

En definitiva: es un remake que da un enfoque distinto a la historia, aunque no sea innovador, y si te gusta la acción seguro que pasarás un rato entretenido porque no da un respiro en este aspecto.


Puntuación: 5

Batalla en Seattle

Título original: Battle in Seattle.
Dirección y guión: Stuart Townsend.
Países: USA y Canadá.
Año: 2007.
Duración: 98 min.
Género: Drama.
Interpretación: Charlize Theron (Ella), André Benjamin (Django), Jennifer Carpenter (Sam), Woody Harrelson (Dale), Martin Henderson (Jay), Ray Liotta (Jim Tobin), Connie Nielsen (Jean), Michelle Rodriguez (Lou), Channing Tatum (Johnson), Rade Serbedzija (Dr. Maric), Ivana Milicevic (Carla), Isaach de Bankole (Abassi).
Producción: Stuart Townsend, Kirk Shaw, Maxime Rémillard y Mary Aloe.
Música: Robert Del Naja y Neil Davidge.
Fotografía: Barry Ackroyd.
Montaje: Fernando Villena.
Diseño de producción: Chris August.
Vestuario: Andrea Des Roches.

Sinopsis
Narra la dramática situación que tuvo lugar en el encuentro de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Seattle en 1999, donde unos 100.000 manifestantes provocaron el caos en la ciudad. Durantes esos días, decenas de miles de personas tomaron por asalto la calle en protesta contra la poderosa organización supranacional. Lo que comenzó como una protesta antiglobalización tranquila, reivindicando el cese de las conferencias de la OMC, se convirtió en un motín, que finalmente obligó a proclamar el estado de excepción, lo que desembocó en la adopción de una postura de combate contra el Departamento de Policía de Seattle y la Guardia Nacional por parte de una masa de manifestantes pacíficos sin armas. A partir de estos hechos, "Batalla en Seattle" entrelaza puntos de vista diferentes de la sociedad, desde los manifestantes y la policía, hasta los delegados que intervenían en la conferencia y aquellos que intencionada -o accidentalmente- se vieron involucrados en la batalla campal en las calles de Seattle.


Crítica
No es raro que un actor tenga un capricho y quiera dirigir una película. Se han dado bastantes casos, aunque normalmente suelen ser actores con nombre o, al menos, conocidos (que no es lo mismo). En este caso, el director (y guionista) de la película es Stuart Townsend, un actor de los que pasa desapercibido y cuya filmografía no es nada destacable. Es más conocido por ser el novio de Charlize Theron (que es uno de los nombres que integra el reparto del film) que por su faceta artística.

No es una película que haya hecho mucho ruido, y parecía que se iba a quedar en lo simplemente correcto. Pero las apariencias engañan muchas veces. Los hechos que cuenta la película son muy interesantes, ya que se produjo una situación casi catastrófica: manifestantes pacíficos siendo atacados por la policía y la guardia nacional, llegando a convertirse Seattle en una ciudad en guerra. Pero sin duda el principal atractivo es el telón de fondo de la historia, con un importante y trascendental contenido político-económico. Pero en esta historia también tienen cabida las personas, y por ello la película cuenta con interesantes personajes que ayudan a reflejar todos los puntos de vista: periodistas, activistas, policías, el alcalde, una mujer que se vio atrapada por todo aquello sin comerlo ni beberlo, los propios integrantes de la cumbre... Y además el guión enlaza elementos y desarrolla las relaciones de una manera más que satisfactoria.

También hay que elogiar la dirección, llena de fuerza, con momentos que transmiten mucha emoción. Además se consigue un buen ritmo y escenas que logran emocionar al espectador de espíritu comprometido y justo.

Charlize Theron no es la protagonista, como puede parecer. Es una película coral, y comienza teniendo cierto protagonismo la actriz sudafricana, pero posteriormente lo pierde hasta desaparecer por un buen rato de la pantalla. Todos los actores realizan una buena labor, aunque quien más llama la atención es Martin Henderson.

Una buena película: interesante, reivindicativa y con espíritu soñador. "Paso a paso", aunque... ¿el camino conduce a alguna parte?


Puntuación: 7

Asesinato Justo

Título original: Righteous Kill.
Dirección: Jon Avnet.
País: USA.
Año: 2008.
Duración: 101 min.
Género: Thriller.
Interpretación: Robert De Niro (Turk), Al Pacino (Rooster), Curtis "50 Cent" Jackson (Spider), Carla Gugino (Karen Corelli), Donnie Wahlberg (detective Ted Riley), Trilby Glover (Jessica), Brian Dennehy (teniente Hingis), John Leguizamo (detective Pérez), Dan Futterman (Aaron Ziedler), Rob Dyrdek (Rambo).
Guión: Russell Gewirtz.
Producción: Rob Cowan, Avi Lerner, Randall Emmett, Jon Avnet, Lati Grobman, Alexandra Milchan y Daniel M. Rosenberg.
Música: Ed Shearmur.
Fotografía: Denis Lenoir.
Montaje: Paul Hirsch.
Diseño de producción: Tracey Gallacher.
Vestuario: Debra McGuire.

Sinopsis
Después de 30 años como compañeros, los condecorados detectives Turk (Robert De Niro) y Rooster (Al Pacino) se enfrentan a la jubilación, aunque ninguno de los dos está aún preparado para ello. Antes de que "cuelguen" sus placas son llamados para investigar el asesinato de un conocido proxeneta, que parece estar ligado a un caso resuelto por ellos en el pasado. Igual que en el crimen de entonces, la víctima es un presunto delincuente, y en el cuerpo se ha encontrado un poema de cuatro líneas que justifica el asesinato. Cuando los crímenes de presuntos criminales comienzan a sucederse, se ve con claridad que los detectives se enfrentan a un asesino en serie, cuyo objetivo son aquellos criminales que se han escabullido entre las grietas del sistema judicial. Su misión, al parecer, es hacer lo que la policía es incapaz de hacer, sacar a los culpables de las calles para siempre...


Crítica
El principal atractivo de "Asesinato Justo" era ver a Robert De Niro y Al Pacino, dos de los más grandes de la interpretación, compartiendo protagonismo juntos en la película... Pues bien, podrían habernos dejado mejor el buen recuerdo de su escena compartida en "Heat", que puede estar sobrevalorada pero es una buena película, algo que la presente no es.

Para empezar, la película tiene un regustillo a serie B que tumba, y sorprende ver a posteriori que contaba con un presupuesto de 60 millones de dólares... Desaprovechados. Tal vez una parte importante de ese dinero fuera a parar a los bolsillos de la pareja protagonista: un Robert De Niro que lleva unos años siendo una sombra de lo que fue y un Al Pacino que también está lejos de ser el que fué (aunque sin caer tan bajo como lo ha hecho De Niro en algunos momentos). En esta película no parece que se hayan esforzado mucho en su interpretación, se han limitado a poner el piloto automático y simplemente cumplir. También es cierto que la dirección de Jon Avnet es bastante plana, y seguramente no haya sabido sacar partido de los formidables actores que tenía delante.

Aunque el verdadero fallo de la película no es ninguno de los anteriormente citados, sino el guión. Es un guión tramposo, que nos manipula desde el principio para posteriormente intentar dejarnos fuera de combate con una gran sorpresa... Que no sorprende tanto. Probablemente hubiera sido más efectivo contar la historia de un modo lineal y procurando evitar que el espectador saque una deducción clara. Y, dejando eso a un lado, se hace un guión un tanto pobre y con clichés del género de más.

Tampoco es un bodrio la película, pero puede que algunos tuvieran altas espectativas por ver por fin a De Niro y Pacino juntos, dos actores que sin duda merecían algo más que esto. Olvidable, se deja ver pero sin emoción.


Puntuación: 5