Pozos de Ambición

Título original: There Will Be Blood.
Dirección: Paul Thomas Anderson.
País: USA.
Año: 2007.
Duración: 158 min.
Género: Drama.
Interpretación: Daniel Day-Lewis (Daniel Plainview), Paul Dano (Paul Sunday/Eli Sunday), Kevin J. O'Connor (Henry), Ciarán Hinds (Fletcher), Dillon Freasier (H.W.), Randall Carver (Sr. Bankside), Coco Leigh (Sra. Bankside), Sydney McCallister (Mary Sunday), David Willis (Abel Sunday), Kellie Hill (Ruth Sunday).
Guión: Paul Thomas Anderson; adaptación libre de la novela "Oil!" de Upton Sinclair.
Producción: Joanne Sellar, Paul Thomas Anderson y Daniel Lupi.
Música: Jonny Greenwood.
Fotografía: Robert Elswit.
Montaje: Dylan Tichenor.
Diseño de producción: Jack Fisk.
Vestuario: Mark Bridges.

Sinopsis
La historia relata el éxito de Daniel Plainview (Daniel Day-Lewis), que pasa de ser un minero extremadamente pobre que cría a su hijo sin ninguna ayuda a convertirse en un magnate del petróleo hecho a sí mismo. Gracias a un misterioso soplo, Plainview descubre la existencia de un mar de petróleo bajo la tierra de un pequeño pueblo del oeste, y se lleva a su hijo, H.W. (Dillon Freasier), a probar suerte en el polvoriento Little Boston. Y es este pueblo perdido, en el que la única diversión gira en torno a la Iglesia Pentecostalista del carismático pastor Eli Sunday (Paul Dano), donde Plainview y H.W. van a dar el golpe de sus vidas. Pero a medida que el petróleo los va haciendo cada vez más ricos, los conflictos van apareciendo: la corrupción, la mentira y las ingentes cantidades de petróleo, pondrán en serio peligro valores humanos como el amor, la esperanza, la solidaridad, la confianza, la ambición e incluso el vínculo entre padre e hijo.


Crítica
Esta película ha sido calificada de obra maestra por muchos, y las valoraciones están siendo generosas pero... ¿son justas? Sin duda es una muy buena película, y podría haber llegado a ser un peliculón pues tiene no pocos aspectos a destacar.

El primero es la interpretación de Daniel Day-Lewis, un actor que se prodiga poco en la gran pantalla pero que se hace notar cuando lo hace, y esta vez no ha sido menos. De hecho, algo muy extraño tendría que pasar para que no ganara su segundo Oscar (tras el que ganó por "Mi Pié Izquierdo" hace ya tiempo). No llega un nivel tan alto pero también hay que mencionar la interpretación del joven Paul Dano (al que podrían haber avejentado algo en la película, que al final pasan los años y sigue hecho un mozo).

El segundo es un gran guión, cuya historia cuenta como a medida que se extrae esa sustancia negra de la tierra (trayendo con ella el dinero) va volviéndolo todo poco a poco negro, y no porque ocurra una gran tragedia sino porque debido a varios factores todo va degenerando.
También es bastante bueno el film técnicamente hablando, destacando su fotografía. Lo que lastra un poco la película es que tal vez es demasiado ambiciosa y no se le termina de imprimir ese carácter que necesitaba para ser algo más. Pero lo que es más evidente es que la música no acompaña para nada a la película, no le pega, lo que se hace especialmente chocante al final. Y una música inapropiada puede ser muy perjudicial para una película.

Es una muy buena película, pero después de verla más que quedarse con esa sensación uno se queda con la sensación de que la película no es el clásico, la obra maestra que pretendía ser.


Puntuación: 7