Lila Dice

Título original: Lila Dit Ça.
Dirección: Ziad Doueiri.
Países: Francia, Italia y Reino Unido.
Año: 2004.
Duración: 89 min.
Género: Drama.
Interpretación: Vahina Giocante (Lila), Mohammed Khouas (Chimo), Karim Ben Haddou (Mouloud), Edmonde Franchi (La tía), Lofti Chakri (Bakary), Hamid Dkhissi (Gran Jo), Carmen Lebbos (Madre de Chimo).
Guión: Ziad Doueiri; basado en la novela de Chimo.
Producción: Marina Gefter.
Música: Nitin Sawhney.
Fotografía: John Daly.
Montaje: Tina Baz.
Diseño de producción: Yves Bernard.
Vestuario: Pierre Matard.


Sinopsis
Lila es una preciosa rubia de 16 años que acaba de mudarse con su tía, que está un poco loca, a un barrio popular poblado sobre todo por familias árabes. Dos amigos se enamoran de ella. Uno es el narrador de la película, el poético, tranquilo y apuesto Chimo; el otro es Mouloud, el prototipo del árabe chulo nacido en Europa. Lila se acerca a Chimo e insiste en que mire debajo de su falda. A partir de ahí empieza un juego de seducción mientras Lila demuestra lo que puede decir una joven con una sonrisa inocente. Mantienen su relación en secreto hasta que Mouloud la sorprende diciendo "guarrerías" y exige su parte del pastel. Lila se va y Chimo madura de golpe, por fin se atreverá a hablar.


Crítica
Sorprendente película que trata de forma magistral la adolescencia, especialmente el amor en esa época de la vida, una época donde se mezcla la inocencia y la madurez, el niño y el adulto que llevamos dentro.

Vemos como el amor cambia la vida e interfiere en las relaciones con las demás personas de tu entorno, pudiendo crearte conflictos con tu amigo por haberos enamorado los dos de la misma chica (supongo que también vale al revés), cómo quieres evitar los problemas pero no puedes por la fuerza del amor, del amor a esa edad, que te cambia la vida. La inquietud por el tema del sexo obviamente también está bien reflejado en la película.

También podemos ver la marginación que puede haber hacia ciertos colectivos, en este caso el musulmán, y cómo un chico todavía no maduro no trata de salir de allí y buscarse un futuro, sólo quiere seguir allí siendo un perdedor porque rodeado de perdedores no destacará y como cuando la vida le curte algo más la cosa cambia.

Vahina Giocante está muy bien, con una mezcla espectacular de aparente inocencia y sin igual erotismo que jamás había visto antes, sorprendente, sin olvidarnos de Mohammed Khouas, que está realmente bien.

La música es muy buena, con temas envolventes que contribuyen al gran magnetismo de la película y ritmos más árabes que ayudan a relacionar la trama con el marco geográfico de la historia.

Una gran película, que trata como ninguna ese periodo donde una persona se convierte en adulta y con un sorprendente final.


Puntuación: 8

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