Un Mundo Perfecto

Título original: A Perfect World.
Dirección y guión: Paul Greengrass.

Países: USA, Francia y Reino Unido.
Año: 2006.
Duración: 91 min.
Género: Drama.
Interpretación: Becky London (Jean Peterson), Cheyenne Jackson (Mark Bingham), Chip Zien (Mark Rothenburg), Chloe Sirene (Honor Wainio), Christian Clemenson (Thomas Burnett), Corey Johnson (Louis Nacke), Daniel Sauli (Richard Guadagno), David Alan Basche (Todd Beamer), David Rasche (Donald Greene), Denny Dillon (Colleen Fraser), Erich Redman (Christian Adams).
Producción: Paul Greengrass, Lloyd Levin, Tim Bevan y Eric Fellner.
Música: John Powell.
Fotografía: Barry Ackroyd.
Montaje: Clare Douglas, Christopher Rouse y Richard Pearson.
Diseño de producción: Dominic Watkins.
Vestuario: Dinah Collin.

Sinopsis
Butch Haynes es un peligroso e inteligente asesino que se ha escapado de la cárcel en compañía de otro preso. Durante la huida ambos toman como rehén a Philip, un niño de seis años, miembro de una estricta familia numerosa, que vivirá su secuestro como una emocionante aventura.


Crítica
Magistral película. El argumento, un par de presos que se escapan de la cárcel y toman como rehén a un niño, a priori no es gran cosa, pero Eastwood hace de está película algo mucho más complejo...

He visto al protagonista como en el fondo una buena persona, aunque el ver las cosas malas del mundo le afecta un modo que intenta de alguna manera arreglarlo pero de una manera no apropiada, y el "arreglo" contribuye más a que el mundo se aleje de esa perfección que él tiene el la cabeza, como cuando la gente le lleva a él y al niño en el coche o cuando le invitan a dormir a una casa... Pero al final siempre pasa algo que empaña la bondad de esa gente. También es muy buena la relación entre Butch y el niño Philip, como Butch se va convirtiendo en el padre que Philip nunca tuvo en realidad y como mira por su felicidad e intenta que haga las cosas que por su religión (testigo de Jehová) su madre no le había permitido hacer, como se va fraguando el cariño entre ellos. Y aunque haya hecho que el niño en cierto modo pierda la inocencia durante la huida, gana algo muy valioso, al final lo "pierde", pero siempre le quedará ese recuerdo.

Esta gran película lo mismo te arranca una carcajada (sobre todo en la primera parte de la película) que hace que se te estremezca el corazón (con un final increíble). Posiblemente la mejor interpretación de Kevin Costner en la que posiblemente sea la mejor película en la que haya actuado. El niño, T.J. Lowther, me ha gustado también bastante. Por cierto, un detalle que me ha encantado ha sido el de la máscara de fantasma... Grandiosa película. No verla debería ser delito.


Puntuación: 9