El Caso Slevin

Título original: Lucky Number Slevin.
Dirección: Paul McGuigan.
País: USA.
Año: 2006.
Duración: 110 min.
Género: Thriller.
Interpretación: Josh Hartnett (Slevin), Morgan Freeman (El Jefe), Ben Kingsley (El Rabino), Lucy Liu (Lindsey), Bruce Willis (Goodkat), Michael Rubenfeld (Yitzchok), Peter Outerbridge (Dumbrowski), Stanley Tucci (Brikowski), Kevin Chamberlin (Marty), Dorian Missick (Elvis), Mykelti Williamson (Sloe).
Guión: Jason Smilovic.
Producción: Chris Roberts, Christopher Eberts, Kia Jam, Tyler Mitchell, Anthony Rhulen y Robert S. Kravis.
Música: Joshua Ralph.
Fotografía: Peter Sova.
Montaje: Andrew Hulme.
Diseño de producción: François Séguin.
Dirección artística: Pierre Perrault y Colombe Raby.
Vestuario: Odette Gadoury.

Sinopsis
A Slevin la vida no le va nada bien. Acaban de declarar ruinosa su casa y ha encontrado a su novia en la cama con otro hombre. En un intento de desconectar de todo y salir de Los Ángeles una temporada, toma prestado el apartamento de su amigo Nick Fisher en Nueva York. Pero las cosas sólo están a punto de empeorar.
En el oculto mundo de los criminales neoyorquinos, los dos mafiosos más respetados y temidos son El Rabino y El Jefe. Anteriormente socios y actualmente enemigos acérrimos, los dos gángsteres viven atrincherados en sus fortalezas, una frente a la otra. A pesar de su poder, los dos están prisioneros de su propia paranoia ya que llevan 20 años sin salir de sus particulares reinos. Pero la tensión entre ellos va en aumento. Para vengar el asesinato de su hijo, El Jefe planea matar al hijo del Rabino. Pero si parece un asesinato premeditado desencadenará la Tercera Guerra Mundial. Para solucionar el problema El Jefe contrata al conocido asesino a sueldo Goodkat, cuyo plan es de lo más sencillo: buscará un jugador que le deba mucho dinero al Jefe y le obligará a matar al hijo del Rabino. Y... ¿A quién elegirá? A Nick Fisher.


Crítica
Al principio de la película, ésta trae un aire a peli típica del chico que sin comerlo ni beberlo se encuentra metido en un marrón del que no puede salir y tiene que solucionar un problema que él no ha ocasionado...

La película juega a liar al espectador, porque hay muchas cosas que no te cuenta y al ver cosas que no entiendes te intrigas... Intenta abrumar con mucho parloteo para hacer que los diálogos parezcan inteligentes (no lo son). La película es entretenida como pocas, no tanto por la intriga (que la tiene) sino por lo amena que es. En cuanto a estructura puede recordar al anterior film de Paul McGuigan, el director, "Obsesión", con sorpresa al final incluida. Y este tema de las sorpresas está muy bien ya que aunque puede ser un recurso un poco facilón hace que todo encaje bien y queda una cosa curiosa... Además están muy bien dosificadas las numerosas sorpresas, aunque quizás sobre alguna relacionada con el tema amoroso (metido con calzador y que no lo se cree nadie).

El reparto está bastante bien, destacando Ben Kingsley y Morgan Freeman.

Una buena película, que intenta parecer más de lo que es pero, al fin y al cabo, es un gran entretenimiento.


Puntuación: 6