Beowulf

Título original: Beowulf.
Dirección: Robert Zemeckis.
País: USA.
Año: 2007.
Duración: 113 min.
Género: Animación, aventuras.
Interpretación: Ray Winstone (Beowulf), Anthony Hopkins (rey Hrothgar), John Malkovich (Unferth), Robin Wright Penn (Wealthow), Brendan Gleeson (Wiglaf), Crispin Hellion Glover (Grendel), Alison Lohman (Ursula), Angelina Jolie (madre de Grendel).
Guión: Neil Gaiman y Roger Avary.
Producción: Steve Starkey, Robert Zemeckis y Jack Rapke.
Música: Alan Silvestri.
Fotografía: Robert Presley.
Montaje: Jeremiah O'Driscoll.
Diseño de producción: Doug Chiang.
Vestuario: Gabriella Pescucci.

Sinopsis
Adaptación del poema épico Beowulf. En un tiempo de héroes, el poderoso guerrero Beowulf da muerte al demonio Grendel, provocando la ira de su monstruosa a la vez que seductora madre, en un conflicto que transforma a un rey en una leyenda.


Crítica
Parece que a Robert Zemeckis le ha gustado esto del motion capture, ya que desde que empezó a utilizar esta técnica para que las interpretaciones de actores reales sirvieran para dar vida a personajes de animación en la película con “The Polar Express” no ha parado (hay que recordar que “Monster House” estuvo producida por él).

Pero esta es una película muy diferente de aquel cuento navideño en el que un niño viajaba al Polo Norte, ya que para empezar no es una película infantil ni es recomendable su visionado a niños, ya que por escenas violentas y de otro tipo es una película no indicada para que la vean los pequeños de la casa. Es una película de animación, de aventuras y fantasía, pero es una película oscura, cruda y adulta. Y lo de que sea de animación es más por aprovechar las inmensas posibilidades que ofrece este nuevo sistema de hacer cine, porque los personajes parecen personas reales casi totalmente.

Con “Beowulf”, máximo exponente del motion capture hasta la fecha, vemos como esta técnica hace que se tenga un control absoluto sobre lo que aparecerá en pantalla, como pasa con las películas de animación corrientes pero con el añadido de que estás viendo interpretar a actores (aunque se pueda variar el aspecto físico con el que aparezcan en la película) y todo tiene la sensación de ser real… Y si a todo esto le unimos un director detrás de las cámaras de la talla de Robert Zemeckis, grande cuando quiere (para empezar es el director de una de las mejores películas de la historia: “Forrest Gump”) el resultado es una película absolutamente envolvente, técnicamente perfecta y visualmente embriagadora.

Una película épica totalmente vibrante que clavará en la butaca al espectador y le hará disfrutar a lo grande (no simplemente entretenerse) durante toda la película. Hay que estar atentos a lo que se haga con estas técnicas en un futuro reciente, porque se ha demostrado que pueden dar muchísimo juego.


Puntuación: 8