2046

Título original: 2046.
Dirección: David Slade.

País: USA.
Año: 2007.
Duración: 113 min.
Género: Terror.
Interpretación: Josh Hartnett (Eben Oleson), Melissa George (Stella Oleson), Danny Huston (Marlow), Ben Foster (el extraño), Mark Boone Junior (Beau Brower), Mark Rendall (Jake Oleson), Manu Bennett (Billy Kitka), Megan Franich (Iris).
Guión: Steve Niles, Stuart Beattie y Brian Nelson; basado en la novela gráfica "30 días de noche" de Steve Niles y Ben Templesmith.
Producción: Sam Raimi y Rob Tapert.
Música: Brian Reitzell.
Fotografía: Jo Willems.
Montaje: Art Jones.
Diseño de producción: Paul Denham Austerberry.
Vestuario: Jane Holland.

Sinopsis
Él era escritor. Creía escribir sobre el futuro, pero en realidad era el pasado. En su novela, un misterioso tren salía de cuando en cuando con dirección al año 2046. Todos los que subían a él lo hacían con el mismo propósito: recobrar los recuerdos perdidos. Se decía que en 2046 nada cambiaba. Nadie sabía a ciencia cierta si eso era verdad, porque ninguno de los que viajaron regresó jamás. Con una excepción. Él estuvo allí. Se marchó voluntariamente. Quería cambiar.


Crítica
La película comienza con un prólogo, una especie de avance del relato "2046", que tiene una fuerza prodigiosa y desborda poesía tanto en sus imágenes como en sus palabras. Éste relato no es ni más ni menos que un símbolo de la realidad, que se disfraza de ciencia-ficción futurista para adaptar la vida y los amores de Chow Mo Wan, escritor. En la película, realidad y ficción se complementan a la perfección... Me podría imaginar la película enteramente como sólo un relato de ciencia-ficción o como únicamente la historia real, para qué nos vamos a engañar, pero lo que no me puedo imaginar es que hubiera salido mejor.

La historia en sí cuenta cómo el amor es algo irracional, llegando a ser absurdo en ocasiones... Y una de las cosa que más me ha llamado la atención es que se ve como da la sensación de que cada historia de amor es siempre la misma una y otra vez, sólo que con pequeñas variaciones... Por esto y por muchas otras cosas más, la historia es una gran historia. Pero además de la historia, hay más factores que hacen que esta película sea tan buena.

El estilo con el que Wong Kar-Wai lleva la película es impecable... Es poesía pura. Y si encima va acompañado de esa impresionante fotografía y esa gran banda sonora (que sorprende por ser mayormente de música que no es de la tierra), el resultado es una película cautivadora, bella, sensible, elegante y sorprendente. Desborda romanticismo por los cuatro costados pero no hay en ella lo más mínimo de pastelón. Además, los actores están bastante bien. Una de las pruebas más representativas de que el cine asiático tiene mucho que decir.


Puntuación: 8